Unesco declara Carnaval de El Callao de Venezuela Patrimonio de la Humanidad
Esta fiesta es una tradición con más de cien años de historia.
La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró Patrimonio Inmaterial de la Humanidad el carnaval de El Callao de Venezuela, tradición centenaria del sur del país.
Así lo decidió el Comité intergubernamental de la Unesco durante su reunión anual en Adis Abeba, al considerar que el carnaval es una representación festiva de "la memoria e identidad cultural".
"Este carnaval pone de relieve la historia de los callaoenses, fortalece su identidad y fomenta la unidad entre ellos", aseguró la Unesco.
El carnaval de El Callao es una tradición con más de cien años de historia que se celebra en esta localidad venezolana y guarda relación con los festejos de emancipación celebrados en las Antillas de habla francesa.
El antropólogo Víctor Rago, en nombre de la delegación venezolana, destacó el carácter "multiétnico y multicultural" de su país, y puso como ejemplo el carnaval de El Callao y su vinculación con las Antillas y el continente africano, más allá de las fronteras estatales.
"Nuestros antepasados, llenos de sabiduría, salieron de este continente africano y, además de sufrir, nos dieron vida y más vida en América", subrayó el venezolano durante su intervención ante el grupo de expertos en Etiopía.
De enero a marzo, esta festividad agrupa a miles de participantes que se disfrazan de personajes históricos o imaginarios que desfilan al son del calipso.
Según el Comité, formado por representantes de 24 Estados partes en la Convención de la Unesco, el carnaval "incita a las generaciones más jóvenes a descubrir su patrimonio cultural".
"La transmisión de esta práctica cultural entre generaciones se efectúa esencialmente en el seno de las familias y en escuelas".
El Comité intergubernamental de la Unesco se reúne una vez al año para examinar las candidaturas de inscripción en sus Listas y esta de Etiopía es la cuarta organizada en el continente africano, tras las de Argel (2006), Nairobi (2010) y Windhoek (2015).
EFE